Así le afecta la luz eléctrica
Basándonos en esta investigación, podemos generar luz eléctrica similar a la luz diurna. El resultado es la creación de espacios interiores saludables que tienen en cuenta los efectos ópticos, biológicos y emocionales derivados de la luz.
La luz regula su ritmo circadiano
Actualmente sabemos que la luz, la natural y la eléctrica la luz, tienen un impacto en el ser humano en tres niveles: visual, biológico y emocional. El visual está estrechamente relacionado en cómo la luz afecta nuestro sistema visual: cómo la intensidad lumínica y su orientación facilitan o dificultan nuestra visión. El factor biológico es el vínculo entre la luz y nuestro ritmo circadiano: la forma en que la intensidad y la composición cromática de la luz, combinadas con la hora del día, inciden en el sueño y la vigilia y, por consiguiente, en nuestro grado de bienestar. Conjuntamente, los aspectos biológicos y visuales de la luz también tienen la facultad de influenciar sobre nuestras emociones. En la actualidad, dichos efectos visuales y espaciales están claramente regularizados por las normativas y los requisitos legislativos en materia de iluminación.
Nos entusiasma la variedad
¿Por qué es tan bello el cielo? La respuesta es la variedad. El cielo y el horizonte están en constante cambio. La luz varía en intensidad y color según el tiempo atmosférico y la horas del día. Desde un punto de vista biológico, es la misma intensidad de la luz la que nos afecta, mientras que la temperatura del color es una cuestión más emocional y de predilección personal. Actualmente, es factible recrear un pedazo del cielo por medio de la luz eléctrica, la cual varía en intensidad y temperatura de color por medio de dispositivos de regulación.
Mimetizar la luz diurna
La luz del día es totalmente blanca: contiene todas las longitudes de onda. Si pretendemos que la luz eléctrica tenga los mismos efectos sobre la producción de las hormonas humanas que la luz del día, es preciso que la luz eléctrica tenga una composición espectral similar y una intensidad lumínica relativamente alta. De este modo, podremos recrear una luz natural que se perciba como la del cielo en un día medianamente soleado. Las fuentes de luz LED tienen un "espectro base" con un pico azul muy alto. Por este motivo, los diodos de emisión de luz deben recubrirse con polvo lumínico para crear luz blanca. Es imprescindible que las fuentes de luz LED sean de buena calidad para crear luz blanca. Para que nuestro sistema biológico perciba y registre la luz eléctrica como luz diurna, por lo general también se necesitan niveles de intensidad más altos: el cuerpo simplemente desea más luz que la que perciben los ojos.
El color de la luz influye en las sensaciones
Con la ayuda del llamado Tunable White, también es posible regular la distribución espectral de la "luz diurna" eléctrica y blanca. Al aumentar la intensidad y la proporción del color azul (equivalente a la luz matutina), la luz adquiere un color más frío lo que contribuye a aumentar nuestro nivel de atención. Por el contrario, si atenuamos la intensidad de la luz y la ajustamos hacia la zona roja del espectro (equivalente a luz del atardecer), obtendremos una luz más cálida que nos tranquiliza y relaja.
Quien desee utilizar estos conocimientos y avances para crear espacios de iluminación motivadores y atractivos, puede trabajar con el concepto de Human Centric Lighting.