Guía de Human Centric Lighting de Fagerhult

Todo proyecto con la tecnología HCL es único, pero sin embargo aquí le ofrecemos algunos consejos que le ayudarán a lo largo del camino:

1. La distribución de la luz en la estancia debe estar bien meditada y ofrecer un confort visual adecuado, de acuerdo con los principios básicos del diseño de iluminación y las normas vigentes. Esta no debe deslumbrar por culpa de fuentes de luz al descubierto, niveles de intensidad lumínica demasiado altos, superficies brillantes o contrastes demasiado acusados entre superficies horizontales o verticales.
2. El sistema Human Centric Lighting exige la variación, por ejemplo mediante la variabilidad de la intensidad y el color, lo que se genera con ayuda de las superficies. Pero a su vez, un buen diseño de la iluminación significa diversificar la luz de otros modos en la estancia. Iluminando el techo con luz indirecta y las superficies verticales, lo que se conoce como luz ambiental, se potencia la experiencia espacial y la variabilidad. La iluminación de realce en determinados objetos o puntos hace que el entorno resulte más vívido y estimulante.
3. Para que nuestro sistema biológico pueda percibir y registrar la luz eléctrica como si fuera luz diurna, se requieren niveles de intensidad más potentes. Para lograr un efecto biológico óptimo, se necesitan unos 250 lux melanópico que incidan directamente en los ojos (no es lo mismo que dirigir la mirada directamente a la fuente de luz y quedar deslumbrado). La Iluminación del rostro también desempeña un papel importante en la comunicación visual y el diálogo con los demás.
4. Las luminarias de bajo consumo y dotadas de la última tecnología LED optimizan la posibilidad de reducir la huella de carbono y el consumo de energía. Al mismo tiempo, ofrecen nuevas oportunidades para un control avanzado en función de las necesidades humanas.
5. El sistema de regulación con sensores de luz diurna y los detectores de presencia permiten aprovechar la luz natural y ajustar la intensidad y el color de la luz en función de las necesidades visuales, biológicas y anímicas de los usuarios. La intensidad lumínica y el color de luz han de estar correctamente equilibrados y variar en función del uso previsto. Los sistemas de regulación es también un factor imprescindible para ahorrar energía , al aprovechar al máximo la luz natural y evitando al mismo tiempo dejar las luces encendidas cuando el lugar está vacío.